En el momento de la sepultación, conviene que uno de los familiares o amigos del difunto recite esta última oración de despedida de la Iglesia. También, en la visita, con ocasión del 1 de nov., a nuestros seres queridos que descansan en el cementerio, se recomienda utilizar este mismo rito tomado del Ritual de exequias.
ORACION DE DESPEDIDA EN EL CEMENTERIO
Guía: En Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
1. INTRODUCCIÓN – AMBIENTACIÓN - MOTIVACIÓN
Guía: Dios todo poderoso ha llamado junto a sí a N…….
Su cuerpo vuelve a la tierra de donde fue formado (o
descansa aquí en esta tumba).
Sabemos que Cristo ha resucitado como el primero
entre los muertos; él transformará nuestro cuerpo
mortal en el cuerpo glorioso como el suyo.
Encomendemos pues a N………. para que el Señor
lo (la) reciba en su paz y lo (la) resucite con sus
santos en el último día.
2.- INTERCESIÓN
Guía: Dijo el Señor: ”Yo soy la resurrección y la vida; quien
cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y
cree en mí, no morirá jamás”.
Apoyados confiadamente en esta Palabra, roguemos
por nuestro (a) hermano (a) N………….
(se le puede señalar a los participantes – todos - lo que deben responder)
Guía: Señor, tú que lloraste junto a la tumba de Lázaro,
dígnate enjugar nuestras lágrimas.
Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor; te rogamos.
Guía: Tú que resucitaste a los muertos, dígnate dar la vida
eterna a N………………… Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Guía: Tú que prometiste el Paraíso al buen ladrón, dígnate
conducir al cielo a N………………
Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Guía: Tú que purificaste a N………… con el agua del
Bautismo y lo (a) ungiste con los óleos santos,
dígnate recibirlo (a) ahora entre tus santos y
elegidos. Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Guía: Tú, que alimentaste a N……. con tu Cuerpo y tu
Sangre, dígnate admitirlo (a) a la mesa de tu Reino.
Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Guía: Y nosotros, que lloramos la ausencia de N………,
Dígnate fortalecernos con la fe y la esperanza de la
vida eterna. Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Guía y Todos: Padre nuestro…………
|
3.- SEPULTACIÓN
Guía: Señor Dios, tú eres fuente de vida y de resurrección
para todos los hombres y mujeres; nuestro dolor se
eleva hacia ti en plegaria por N……… . Concédele
verse libre del dominio de la muerte y gozar para
siempre de la heredad de tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.
Guia: Señor, dale el descanso eterno
Todos: Brille para él (ella) la luz de la eternidad.
Guía y Todos: Dios te salve María……….
También se puede rezar este salmo de confianza en la misericordia de Dios.
Salmo 130 (desde el abismo)
(se le puede señalar a los participantes – todos - lo que deben responder)
Guía: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
(Se invita a que todos repitan: )
Todos: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
Guía: Desde el abismo clamo a ti, Señor. Escucha nuestro clamor, tus oídos
se vuelven atentos a la voz de mi plegaria.
Todos: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
Guía: Si las culpas escudriñas, Señor, ¿quién podrá subsistir?. Más junto a
ti se encuentra el perdón, porque todos te veneran.
Todos: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
Guía: Mi alma espera en el Señor, cierto estoy de su palabra, más aguarda
mi alma al Señor que el sereno la aurora.
Todos: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
Guía: Pues abriga el señor misericordia y copiosa redención, redimirá el
Señor a Israel de todas sus culpas.
Todos: Dale, Señor, el descanso eterno y la luz perpetua.
4.- ORACIÓN DE CONCLUSIÓN
Guía: Recibe, Señor, el alma de ti hijo (a) N…….., a quien
has llamado de este mundo a tu presencia. Líbralo (a)
de todos sus pecados, y así, llegue por tu misericordia
a la felicidad del descanso y de la luz eterna, y
merezca unirse a tus santos y elegidos en la gloria de
la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.
O bien ( por los familiares)
Guía: Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo, tú
transformaste en la aurora de una nueva vida la
oscuridad de la muerte. Mira a estos hijos tuyos que
lloran en su dolor. Tu Hijo, nuestro Señor, al morir
destruyó nuestra muerte, y al resucitar, nos dio la vida
nueva.
Concédenos que al final de esta vida, podamos ir a su
encuentro, y, junto con nuestro difunto, nos reunamos
en tu Reino, allí donde tú mismo enjugarás nuestras
lágrimas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.
Guía: En Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
(el Guía, pidiendo la venia de la familia, ordena que el ataúd se deposite en su lugar).
|
|
|
|
|